El desarrollo integral:
Nuestro enfoque se centra en acompañar el proceso continuo de crecimiento y maduración, entendiendo y atendiendo de manera particular a cada niño en su desarrollo cognitivo, físico, emocional, social y cultural.
Los aprendizajes significativos:
Partimos del relevamiento de los conocimientos y experiencias previas de los niños para provocar aprendizajes que sean motivantes, conectados con el mundo real y enlazando en un diálogo virtuoso lo cognitivo, lo instrumental y lo emocional.
La relación con las familias:
Las consideramos parte esencial del proceso educativo, por lo que se propician espacios de intercambio, contención y acompañamiento para lograr vínculos de confianza. Fomentamos una comunicación diaria y constante para mantener un contacto cercano y personalizado con cada familia, lo que a la vez nos permite conocer sus particularidades y necesidades.
Los ambientes enriquecidos:
Dedicamos especial atención al diseño de espacios estimulantes porque los entendemos como una herramienta didáctica valiosa en el proceso educativo y en el bienestar diario. Nuestra propuesta de multiespacios hace visible el valor que le damos al ambiente como promotor de la curiosidad y de estímulos, para la expresión a través de múltiples lenguajes.
La promoción de la identidad personal:
Promovemos en el niño la identificación y valoración progresiva de sus características personales, preferencias y fortalezas. Entendemos esencial el desarrollo de una imagen positiva de sí mismo, lo que impacta en la construcción saludable de su identidad.
La convivencia y diversidad:
Fomentamos un ambiente y vínculos que valoran y respetan la individualidad, asegurando que todos los niños tengan los mismos derechos y oportunidades para aprender y crecer. Reconocemos y acompañamos las variabilidades en el desarrollo y celebramos la diversidad dentro de cada grupo.